jueves, 15 de julio de 2010

Fútbol 5

15 Julio (día 65)
08:00
Ya tenemos a nuestras hormigas organizadas en un club de fútbol y vestidas adecuadamente. El siguiente paso que han dado es fácil de adivinar: han construido un campo de fútbol para la práctica de su deporte.
En una zona de hierba bien recortada han colocado tres trocitos de fideo para formar las porterías y las líneas del campo las han pintado con azúcar machacada (espero que no se las coman antes de que finalicen los partidos).
Las dimensiones del campo son las reglamentarias para esta modalidad de juego: 20 cm de largo y 10 cm de ancho.
Aquí os muestro una panorámica aérea del terreno de juego, al que han puesto del nombre de “Antfield“:


Podemos observar cómo entrenan sus jugadas, mientras en las bandas los suplentes jalean las combinaciones y los pases.
09:00
La colonia sigue en su nuevo emplazamiento.
Pongo una microgota se Soma en el Mercado y un trocito de Sepigi.
Mantendré puesto el Allove para intentar en algún momento contar los Clones.
11:00
Un Clon intenta el traslado de la Sepigi.
13:00
He visto cómo Jonsey cogía la Sepigi e intentaba introducirla por Stargate, pero como es demasiado grande la ha dejado en las inmediaciones.
15:30
He podido contar los Clones.
La técnica para lograrlo ha sido fruto de la casualidad, como en multitud de hechos científicos. Estaba intentando contar los Clones con el Olimpo levantado, cuando sin querer he espirado aire con más fuerza de la normal. Inmediatamente los Clones han empezado a moverse como locos hacia todos lados, dispersándose rápidamente y volviendo luego al lugar donde están las Vainas. He pensado que quizás la fuerza del aire sobre ellos los ha alterado momentáneamente y los ha impulsado a correr en un intento de defensa contra la corriente de aire. Para confirmarlo, he vuelto a soplar suavemente sobre la zona de Vainas y se ha vuelto a repetir el mismo comportamiento huidizo. Así que he encontrado una manera no invasiva de separar temporalmente a los Clones entre sí y de las Vainas para proceder a su recuento.
Con esta técnica a la que voy a llamar Oloe (y que próximamente patentaré en la oficina de inventos), he sido capaz de contar a mis Clones, aprovechando que nueve de ellos vagaban por Oz. El resultado es satisfactorio, pues son veinte los Clones que he podido contar.
Su inclusión como miembros de derecho en la colonia exige que nombre adecuadamente a los cuatro nuevos Clones, que serán conocidos como: Excalibur (como la idolatrada película del mismo nombre rodada en 1981 por el cineasta británico John Boorman, que cuenta la historia del Rey Arturo y de su legendaria espada Excalibur); Frankenstein (es el nombre del monstruo que cobra vida, creado por el doctor Henry Frankenstein, genialmente interpretado por el actor británico Boris Karloff en la película de 1931 dirigida por James Whale); Gandhi (como la oscarizada película dirigida en 1982 por el director británico sir Richard Attenborough, que narra la vida del pensador y político indio Mahatma Gandhi) y Halloween (al igual que la serie de películas de terror basadas en el psicótico asesino Michael Myers, y comenzadas con la dirigida en 1978 por el director estadounidense John Carpenter).

Fin del día 65.

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